El Gobierno de la Nación, a través de la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), dependiente del Ministerio de Consumo, estima que la campaña que debe informar a los españoles del sistema de etiquetado de alimentos Nutri-Score es merecedora de un gasto en creatividad y producción de 14.900 euros, como máximo.
Esta es la cifra por la que ha sido convocado recientemente el concurso para la creatividad y producción de la citada campaña, con la intención obvia de que sea menor, ya que a la oferta económica se le concede un valor de 55 puntos sobre 100 y a la creatividad de la campaña solo 45.
Con esta cantidad la agencia ganadora tiene que comprometerse a crear y producir un spot de entre dos y tres minutos de duración en dos idiomas (en español e inglés), con subtítulos, traducción jurada, derechos de actores, músicos, etc., dos adaptaciones a otras duraciones y todo un repertorio de piezas online, a las que hay que añadir el propio eslogan de la campaña y su conceptualización.
Para las asociaciones de agencias La FEDE (que integra La FEDE-Agencias de España) y ACT (Asociación de Agencias de Creatividad Transformadora) este concurso “pone la realización de una campaña de enorme importancia ciudadana al mismo nivel que la reforma del baño de un Ministerio, por ejemplo, y es una nueva muestra del desprecio de las administraciones hacia la labor de las agencias de publicidad españolas”.
“Si el gobierno de verdad cree en la importancia del etiquetado Nutri-Score debería demostrarlo poniendo a trabajar el mejor talento que podamos ofrecerle las agencias españolas. Obviamente, con este concurso no lo va a conseguir. Es una nueva muestra más de la nula importancia que le da al gobierno a una de las industrias punteras de nuestro país”.
Como recuerdan estas asociaciones, “España exporta creatividad publicitaria desde hace muchos años, acompañamos a los anunciantes españoles en su expansión por el mundo y somos una parte importante de la Marca España. Sin embargo, nuestro propio Gobierno, con concursos como este, lanza el mensaje de que nuestro trabajo no tiene la menor importancia y de que cualquiera puede hacerlo. Creo que tenemos motivos para estar indignados”.
Estas asociaciones han empezado a realizar en 2021 el llamado Observatorio de los Concursos Públicos para valorar las licitaciones de publicidad de las diferentes administraciones. Los datos del primer trimestre arrojaron que solamente el 9% de los convocados cumplía con todos los criterios profesionales y al tiempo con encaje en la Ley de Contratos del Sector Público, establecidos por el observatorio.
Así mismo, han manifestado su inquietud por la probable avalancha de concursos para campañas con fondos europeos que se van a resolver con unos criterios que no garantizan el mejor uso de los recursos públicos, ni en creatividad, ni en planificación de medios.
Este concurso no aparecerá en el citado observatorio pues no se aproxima, ni de lejos, al monto mínimo que se establece para su inclusión, que es de 100.000 euros.